Siempre resulta sorprendente cómo en la historia de la humanidad aparecen ciertos pensadores con una lucidez tal para captar la realidad, que sus enunciados son capaces de transcender los límites temporales que nos separan de ellos, y seguir tan vigentes como cuando fueron dichos - o escritos - por primera vez.
Tal es el caso de Martin Heidegger (1898 -1976), filósofo alemán, considerado por muchos como el más importante de los pensadores occidentales del s. XX. Y del que todavía se sigue hablando en multiplicidad de congresos al rededor del mundo[1].
Heidegger escribió un libro titulado “Ser y Tiempo” (1927[2]), en el cual hace notar cómo en la actualidad la pregunta por el ser “no nos deja perplejos” y la damos por sentada, razón por la que pretende, como él mismo dice en la introducción:
“…despertar nuevamente una comprensión para el sentido de esta pregunta. La elaboración concreta de la pregunta por el sentido del “ser” es el propósito del presente tratado. La interpretación del tiempo como horizonte de posibilidad para toda comprensión del ser en general, es su meta provisional.” [3]
Es evidente que para Heidegger resulta desconcertante el hecho de que la respuesta a lo que es el ser resulte para sus contemporáneos, incluso filósofos, una cuestión obvia; tan obvia que nadie sabe realmente que se “quiere expresar cuando se dice ser”. No hay peor dogmática que esta: aquella que hace que ya no nos preguntemos por el sentido de la cosas.
Mi objetivo en este escrito no es desarrollar ni todos, ni ampliamente los conceptos de “Ser y Tiempo.” Mi intención es mucho más simple y humilde: descubrir si algunos de los postulados del referido escrito, pueden ser una llamada de atención al modo de vivir que los medios de comunicación -en general- y las redes sociales -en particular-, a través de la publicidad, están implementando en la sociedad actual.
Para este propósito daré los siguientes pasos:
- Rápida aproximiación a Ser y Tiempo, resaltando los conceptos que nos interesan.
- Explicitar en qué consiste la existencia inauténtica.
- Aplicación los conceptos.
1. Comprendiendo a Heidegger
Como es obvio, lo primero que tenemos que hacer es acercarnos, en la medida de lo posible, a los tópicos que nos interesan expresados en “Ser y Tiempo”. Para ello, me valdré de dos recursos:
- Por un lado, de la exposición-resumen realizada por el filósofo argentino Pablo Feinmann, en la segunda temporada de la serie Filosofía aquí y ahora, cuyos enlaces dejo en las notas al pie.
- Y por otro, las referencias del libro mismo, citado en la nota 2.
A manera de sumario, podemos resumir:
Después de exponer en todo el capítulo I “la necesidad de la primacía por la pregunta por el ser”, Heidegger termina asociando el ente o el Dasein -como él lo llamará en alemán y como le diremos de acá en adelante- con el ser humano, debido a que este, entre los entes, es el único que posee como característica el comprenderse a sí mismo, y esa comprensión de sí en “relación con” es a lo que Heidegger llama: existencia[4].
Es decir, el Dasein, es “el- ser-ahí”, ese ser-en-el-mundo, que se encuentra, en su existencia, arrojado hacía sus posibles, y estos posibles le constituyen como realidad.
Entre todos sus posibles, sigue Heidegger, existe una posibilidad que las envuelve a todas y que está presente en todas, y esta es la posibilidad de morir. Por lo tanto, la muerte es la posibilidad de todas las posibilidades, o dicho de otra forma, es la posibilidad que las imposibilita a todas.
Frente a la posibilidad de la muerte, el Dasein experimenta una profunda angustia, debido a que aquella acaba con la existencia del-ser-ahí. Lo hace pasar de un ser a un no-ser. Y no hay nada más angustiante para un ser humano que la terrible inexistencia.
Esta angustia, que es miedo -esto lo digo rápido pero Heidegger hará todo un análisis ontológico al respecto de ambos conceptos[5]- hace que el Dasein, busque, como una alternativa, alguna forma de huir de esa realidad que le imposibilita como ser y se mezcle con lo uno (Das man[6]), que es ese ser en-sí-mismado, cotidiano y disperso que le aterra tanto la vida como existencia-para-la-muerte, que prefiere vivir embebido en “la habladuría” de lo cotidiano que no hace más que "cortar las relaciones primarias, originarias y genuinas con el mundo, con la coexistencia y con el propio estar‐en.” [7] Es un ser fuera del mundo aun cuando sigue estando-en-en-el-mundo.
Esta no aceptación de la propia existencia-para-la muerte y vivir de espaldas a ella, es a lo que Heidegger llamará “existencia inauténtica”[8]. Y con la llegada de este nuevo concepto, llegamos también a los umbrales de nuestra segunda parte.
2. El fomento de la “existencia inauténtica" por la publicidad.
El Dasein que vive en estado de negación de su ser-para-la-muerte, será denominado por Heidegger como un ser inauténtico; debido a que este vive en modo de pasividad y condicionado desde afuera, desde lo que el medio (lo uno) dicta, inmerso en el mundo del “se dice”, de las “habladurías”, incapaz de tener vos propia, pensamiento propio o criterio propio.
Pero estas “habladurías” no solo alejan al Dasein de su “existencia auténtica”, sino que además determinan sus comportamientos, siendo incapaz de actuar por sí mismo. Así veremos al Dasein inauténtico viviendo de lo que la “publicidad” le presenta, y al carecer de criterio propio aceptará sin más, todos lo enunciados que esta le proponga como verdad.
Con respecto a la publicidad, Hidegger dice que:
“Ella regula primeramente toda interpretación del mundo y del Dasein, y tiene en todo razón. Y esto no ocurre por una particular y primaria relación de ser con las “cosas”, ni porque ella disponga de una transparencia del Dasein hecha explícitamente propia, sino precisamente porque no va “al fondo de las cosas”, porque es insensible a todas las diferencias de nivel y autenticidad. La publicidad oscurece todas las cosas y presenta lo así encubierto como cosa sabida y accesible a cualquiera.”[9]
Y esto se da, porque según Heidegger, la publicidad logra que el Dasein inauténtico, al que no le interesa la profundidad de las cosas y vive en un estado errante, esté más preocupado por lo nuevo, por lo que esta de moda, o por el saber a medias… solamente para satisfacer su “avidez de novedad”[10]
Como vemos, por lo dicho en la nota 9, para nuestro autor la publicidad se encarga de esconderle al Dasein esa verdad que él trata de desvelar, pero que al vivir una existencia inauténtica, procurando obviar lo temible de su angustia y sumergido en el sin-sentido vaga, como lo describe Sabina: “por la ciudad camino, no pregunteís a dónde, busco acaso un encuentro, que me ilumine el día, y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.”
Hasta acá lo dicho por Heidegger. Esperando haberlo entendido bien. Y si no: ¡mea culpa!
Pero hoy, a 88 años de la publicación de “Ser y tiempo” me pregunto: ¿es posible que estos elementos descritos tienen todavía alguna validez, o encuentran un lugar donde todavía resuena su eco? Esto es lo que intentaremos exponer en nuestro último apartado.
3. Aplicación de conceptos
Desde lo que llevamos dicho hasta el momento, podemos ir concluyendo que Heidegger estaba -por decirlo de alguna manera- pre-viendo el modo de comportamiento de los seres humanos del s. XXI, que inmersos en el mundo de las tecnologías de la informática y la comunicación; y conectados siempre, y desde cualquier parte, a “la red” viven “ávidos de novedad”; y por lo tanto, quizás sin saberlo, una existencia inauténtica ajenos a las profundidades de la vida como misterio, porque lo efímero, lo pasajero, lo inmediato… se han convertido en los nuevos valores de una sociedad moderno-consumista que prima el poseer, al apropiamiento como fundamento de la vida, que el ser que a Heidegger tanto le importaba.
Y este comportamiento, se ve claramente reflejado en la manera cómo los MCS y las redes sociales, haciendo uso de la publicidad como mecanismo, van sistemáticamente dando las nuevas pautas que los cibernautas y espectadores toman como principio de verdad
Para hablar con ejemplos concretos:
1. No resulta extraño que algunas redes sociales hagan un monitoreo y presentación a sus usuarios sobre lo que ellas denominan con el anglicismo: trending topic. Que no es más que el “tema de moda”, palabras o frases más repetidas… aquello de lo que todos hablan (habladurías), y que por lo tanto, también hay que hablar, porque de lo contrario no estás en sintonía, y literalmente estás “desconectado.”
2. También resulta curioso cómo pululan por toda la red, una serie de blogs o sitios web especializados en brindar a sus visitantes “directrices” o “soluciones en píldoras” para aquellos tópicos que le son sensibles, y que aunque mucho del objetivo es divertir (según ellos mismos expresan), no dejan de hacer que muchos de sus lectores, en su mayoría adolescentes en busca de respuestas existenciales y con poca capacidad de profundizar, asuman como criterio de verdad el contenido ahí vertido. Para que luego este, sea publicado en su red social favorita y continuar esa habladuría y fomento de esa inatuenticidad que hemos venido rastreando. Ejemplosde estos post:
- 21 cosas que debes saber sobre los que estudian tal carrera.
- 15 cosas que debes saber si ese hombre es el ideal para ti.
- 20 cosas que caracterizan a una mujer independiente.
- 30 frases de una novia celosa.
- 5 formas de reconocer si tu pareja te es infiel.
- 10 reglas de oro para conquistar una chica.
- 11 consejos para comer todo lo quieras en diciembre y no engordar demasiado.
- …
3. El tema de los anuncios comerciales es más que evidente. Y solo diré al respecto, que el publicista sabe que en el diseño de un spot publicitario no solo se está vendiendo un producto, sino un “estilo de vida” asociado al mismo. Y que si este es presentado -vendido- de la mejor manera, el consumidor, no solo habrá comprado un reloj, un perfume, etc. sino un status que el artículo le proporciona. Invirtiendo así el principio de que el sujeto determina al objeto, quedando aquél definido por este último. Conclusión evidente: existencia inauténtica.
4. Para terminar. Pienso en la labor de los MCS, lo cuales tienen como objetivo informar lo más imparcialmente posible de los acontecimientos. Pero cuando una notica, sobre todo si está en el trendeing topic del momento, se vuelve repetitiva, por lo tanto publicitaria, es capaz de generar en la población una especie de morbo tal, que la verdad de la noticia en sí ya no es transcendente, quedando velada y oculta por la acción propagandística del medio, para darle paso a todo aquello que de “novedad” (chisme, habladuría) esta pueda ofrecer, sea o no verdad; porque lo importante ahora es seguir alimentando ese morbo ya creado.
Mucho más se podría decir, pero basten estos ejemplos para ilustrarnos.
La búsqueda por la respuesta a la pregunta del ser que Heidegger hace en Ser y Tiempo, no es sin más una cuestión metafísica, que verdaderamente antropológica. Es la pregunta, sincera y preocupada, por quién es el ser humano realmente, o por lo que debe llegar a ser el hombre realmente. Dar una respuesta es urgente para no caer el vacío de la fatalidad de esta sociedad que vive de espejismos, como los expuestos en los ejemplos anteriores.
Por eso resulta tan importante la toma de conciencia de que somos seres-para-la-muerte. No para vivir en la eterna angustia, sino para ser consientes de nuestra finitud, de nuestros límites y temporalidad. Estos serán los “polo a tierra” que nos harán más responsables con la propia existencia y más comprometidos con la existencia de los otros.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
En paz
Amado Nervo
Saludos!
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[2] Heidegger, M. (1927 - 7ª edi).
Ser y Tiempo. Disponible en
wwww.philosophia.cl Edición Electrónica de la Universidad de ARCIS. De esta edición haré todas las citas de mi escrito .
[3] Ibidem op. cit pág 12
[4] Cfr. Op. cit. pág 22
[5] Op. cit. Pág. 146
[6] Op. cit. Pág. 119
[7] Op. cit. Pág. 172
[8] Op. cit. Pág. 435
[9] Op. cit. Pág. 131. Los subrayados son míos.
[10] Op. cit. Pág. 377